Buenas tardes, hermanos y hermanas de Puebla, gracias por recepción a la Caravana, estamos en el último tramo de esta caravana de 11 días, gracias a las organizaciones que nos acogen y nos permitieron nuestra llegada a este templete, en este escenario, con este micrófono, como decía esta es la última etapa concluimos aquí en la ciudad de Puebla 11 días muy duros, 11 días acogidos por otra gente buena que es la mayoría de este país, en otros estados, en otras poblaciones, en otras ciudades.
Se nos ha criticado mucho en la interpretación de la prensa, esta caravana a diferencia de la caravana del norte ha ganado muchas organizaciones y lo que le da fuerza a la caravana es la visibilización de las víctimas de la guerra, de los dolores, evidentemente el lenguaje de las víctimas es un lenguaje que se expresa con el corazón, con el dolor, con lo humano, por desgracia el lenguaje de las organizaciones no se ha renovado, se expresa con la consigna, con lenguajes que borran lo humano y el agravio que está detrás de esos discursos, las organizaciones por desgracia no se renuevan en sus discursos, y a fuerza de la ideología terminan por velar la demanda profunda, el agravio profundo de las víctimas inmediatas o de los que perdimos un hijo, o tenemos a un desaparecido o perdimos a un familiar.
Yo quisiera aclarar, podemos cuestionar, yo mismo lo cuestiono, el discurso ideológico de las organizaciones, lo que no podemos cuestionar son las causas profundas, además hay que trabajar mucho por sumergirse en el discurso para ver que también hay víctimas, yo creo que las víctimas, nosotros las víctimas de esta guerra absurda, las víctimas se han organizado, las víctimas del ejército o de la policía, las víctimas de la guerra, son consecuencia de las víctimas de estas... se expresan las organizaciones que son las víctimas de un ancestral problema de orden estructural que tiene que ver con lo económico.
Cuando hemos puesto el valor, y aquí izquierdas y derechas son lo mismo, el valor absoluto de la economía como producción de riquezas, como maximización de ganancias, la izquierda es más social, la derecha no tan social, pero el punto es la maximización de las ganancias y el crecimiento, cuando ese es el punto de mira, sobretodo la racionalidad de lo liberal, el neoliberalismo económico la maximización de ganancias implica el avasallamiento de pueblos, de culturas, implica el avasallamiento de culturas económicas pueblerinas, implica el despojo, el abandono, la imposibilidad, la falta de empleo, la miseria, la explotación, cuando el orden económico busca esta maximización de la ganancia, mira al ser humano y lo califica de recurso humano, que puede utilizar o prescindir de él, cuando miran la naturaleza como un recurso natural que pueden depredar para maximizar la ganancia.
Sucede que lo que hace el crimen organizado es eso, maximizar la ganancia y usar esos recursos de forma perversa, los recursos sobretodo humanos, la trata de personas se vuelve explotación de personas, se vuelve intercambio de ganancias, secuestros para ganar dinero, entonces al visibilizar con esos lenguajes, al visibilizar los problemas estructurales, las víctimas estructurales del sistema económico y juntarlas, del norte del sur con las víctimas como nosotros del crimen organizado, este es el sentido, tenemos que volver a replantear la nación, y si nos queda muy claro que no es mediante la militarización como se va a resolver esto, la militarización busca ordenar un mundo de una manera autoritaria y termina por tocar ese extremo que es el caos, las dos vamos a tener víctimas y vamos a tener criminalización y las dos vamos a tener y tenemos ya horrores desaparecidos, no está allí la solución al problema, está en repensar la seguridad nacional como seguridad humana, como seguridad ciudadana, y eso implica que las autoridades empiecen a trabajar, los ciudadanos y las autoridades.
Tenemos que hacerlo a efecto de un diálogo, a efecto de movilización, ojalá el problema fuera Calderón, el problema es la estructura que estoy hablando, el problema es una clase política que se aleja cada vez más de su vocación fundamental que es el servicio a la nación, el problema es que cada vez estamos más solos, el problema que nosotros estamos enfrentando es con la unidad, la conciencia ciudadana y cómo romper esta brecha.
Puebla, aquí estamos, Puebla, y creo que tenemos que trabajar juntos para transformar el país, rehacer tejido social significa volver a plantear la postura ideológica y empezar a pensar humanamente, por eso el discurso de las víctimas es tan profundo, da al corazón de la realidad, da al corazón de lo que hemos perdido, es lo humano, y el hecho de la caravana es visibilizar ese humano perdido en el proceso económico o en los procesos ideológicos, la fraternidad, la paz, la amista, la solidaridad, esto es lo que tiene que hacer México y es lo que tenemos que consolidar. Muchas gracias.
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